lunes, 4 de noviembre de 2013

Tomar Partido


Antonio Dechent, protagoniza una de las obras más desgarradoras, que se han representado sin duda, en las tablas del Ideal Cinema, en la que un soldado americano teniendo a una secretaria alemana y a un soldado judío inglés como ayuda, procesa a antiguos elementos del nazismo, en una Alemania de post-guerra destruída en la que juega por un lado, el horror de la guerra con la persecución a sus culpables entre los que se quiere introducir a un músico que dirigía la filarmónica de Berlín, en tiempos del nazismo, en la que se nos muestra más que el ideario político, las acciones de filiación o de tomar partido a favor de los nazis para conseguir ventajas, como muchas otras personas hicieron en dictaduras como la franquista.


En este caso estamos asistiendo a una obra con una escenografía espectacular, recreando un despacho con recursos como el de un proyector de ordenador que imita una pantalla de cine, junto con un antiguo tocadiscos para dar sonido a la parte final de la historia, reproduciendo una pieza musical interpretada por la orquesta que se puso en la radio cuando se supo que Hitler se había suicidado. Con un friso de escenario con atrezzo de recreación de ruina para mostrar el lugar donde se desenvuelve la historia.


Las interpretaciones estuvieron muy bien, destacando la del propio músico y la del protagonista, Antonio Dechent que ha sido uno de los grandes del reparto de películas y series y que en el teatro como la experiencia me dice son unos auténticos fuera de serie.

Una obra de teatro contemporáneo, serio, de gran calidad que desde estas líneas aplaudo y recomiendo, si se nos permite poniéndonos de pie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario